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Cada momento es una oportunidad para practicar el agradecimiento

Recientemente regresé de un viaje espiritual muy profundo en los Andes Peruanos. Fuimos un grupo de 90 almas en busca de ese alimento spiritual el cual todos necesitamos para vivir cada momento de nuestras vidas. Durante este viaje hubo tanto amor, apoyo y compartimiento de sabiduría de parte de cada uno de nosotros y a cada momento salía a flote la frase ”agradecimiento”. Es tan importante el reconocer y aceptar que todo momento en nuestras vidas es una oportunidad muy grande para practicar el agradecimiento.

metafisicaEn mi caso yo agradecí muchísimo la oportunidad que se me dio de poder visitar nuevamente a mis hermanos espirituales. El hecho de poder financieramente darme el lujo de estar fuera de el país por 25 días y la oportunidad de continuar enriqueciéndome espiritualmente y aprendiendo cosas nuevas para poderlas compartir con todos ustedes queridos lectores.

Como parte de el viaje espiritual hicimos una caminata de seis días por las cordilleras de los Andes. Empezamos nuestro viaje en el Valle Sagrado de Urubamba. Un valle muy místico como su nombre en donde mucho de la historia de los incas se ha mostrado hacia el mundo occidental. Durante la caminata éramos guiados por un grupo de expertos que conocían muy bien el camino y que nos atendían como reyes. Imagínense caminar por 8 a 12 horas diarias y después sentarse a saborear un manjar de alimentos preparados con mucho amor por estos individuos en lugares donde la belleza natural es vista solamente por los incas que viven localmente y que te recuerdan escenarios de películas de Steven Spilberg y George Lucas.

Cada vez que llegábamos a estas áreas naturales no podiamos evitar ver las expresiones de maravilla y felicidad reflejadas en los rostros de cada uno de nosotros y definitivamente la expresión “gracias” era la primera que salía de nuestros labios golpeados por el viento y el clima de estas alturas. Entre muchas cosas que noté en el viaje, destacaba la forma en que todos nos ayudábamos en algunos de los momentos difíciles de la caminata. Siempre había una mano amiga extendida y lista a ayudarte a dar el siguiente paso. Nunca faltó una frase cariñosa y un acto de bondad de parte de alguien. Es en estos momentos en los que te das cuenta que el amor, el apoyo y actos de bondad crean momentos reales y mágicos en nuestras vidas. Estos actos son parte viviente de nuestra verdadera espiritualidad y nos hacen recordar que estamos aqui para ayudarnos, para compartir nuestros conocimientos. Estos actos de bondad nos conectan de corazón a corazón, creando puentes de comunicación donde el amor fluye sin ningún obstáculo. Lo más interesante de todo esto es que a diario se nos da la oportunidad de practicar actos de bondad y amor que van a marcar una gran diferencia en la vida de aquellas personas que logramos tocar.

Otro detalle muy importante de este viaje espiritual fue que se nos presentó la oportunidad de respetar, amar y cuidar profundamente a los animales, particularmente a los caballos, burros y llamas que cargaban todas nuestras pertenencias y en algunas ocaciones a algunos de nosotros, sin quejarse en ningún momento, siempre muy contentos y con paso seguro. En un momento oportuno tuve la oportunidad de abrazar a un burrito muy viejo, quien parecía había hecho esta caminata por muchos años antes. Le abracé con profundo amor y le susurré en sus oidos lo agradecido que estaba por ayudarnos a cargar nuestras cosas. El cerró sus ojos y me dejó acariciarlo por unos minutos. También repetidamente les decía a las llamas lo bellas y sexy que se veían. Los incas tienen una costumbre muy bonita de vestir a sus llamas con colores brillantes y les arreglan su cabellera con trensitas vistosas, especialmente cuando vajan a el pueblo. Parecen jovencitas que van a ver sus novios a la plaza en día domingo. Por todo esto y otras cosas más agradecí a Dios y al universo por la oportunidad que se me dio de regresar a Perú.

Siempre recuerden que el amor y la bondad nunca son desperdiciados. Ellos siempre hacen una gran diferencia. Bendicen a la persona que lo reciben y bendicen a la persona que los da.

El día de hoy que por una razón están leyendo mi artículo, de todo corazón les invito a que busquen la primer oportunidad que encuentren para practicar algún acto de amor y bondad con alguna persona. Observen a su alrededor y sin prejuicio alguno practiquen la bondad y el amor. Imagínense el amor y el sanamiento que van a traer a esa persona que han escogido. Entréguense completamente a la práctica de el agradecimiento. Cuando vivimos constantemente practicando la gratitud, nuestras vidas se vuelven brillantes, llenas de magia y nunca nos falta nada. Y definitivamente logramos transformar este mundo en el que vivimos.

Como siempre les deseo de todo corazón lo mejor de lo mejor en todo aspecto de sus vidas. Todos estos momentos por los que estamos pasando son temporales y hay algo siempre bueno esperándonos al otro lado de el tunel. Que Dios me los bendiga siempre.

Por: Oscar Reconco