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Facebook

Facebook es una herramienta muy poderosa para estar en comunicación con nuestros amigos, familiares y clientes. Nos ofrece muchos beneficios, pero también debemos de tener cuidado con los posibles problemas que puede presentarnos. En este artículo compartiré mis opiniones sobre cómo Facebook puede enriquecer nuestras relaciones personales y de negocios y los posibles riesgos que podemos evitar. Valoro Facebook porque me permite compartir información personal y enterarme de lo que pasa con algunos de mis amigos, colegas y vecinos. Recibo invitaciones casi todos los días para tener nuevos amigos y mi red social o network se va acrecentando poco a poco. La verdad es que no conozco bien a todas las personas de mi red. Muchos son amigos de amigos o colegas que quieren estar en comunicación conmigo. La ventaja de tener una red extensa es poder llegar a más gente si tenemos algún mensaje que queremos compartir.

En un principio utilicé Facebook solo para cuestiones personales, para compartir experiencias y fotos, pero últimamente la estoy usando con fines de negocios, para hacer invitaciones a talleres y clases que doy en diferentes partes del mundo, además de compartir artículos y materiales de reflexión y crecimiento personal. Abrí una página de seguidores que tiene más movimiento que mi página web. Si hacen búsquedas de personas, lo más probable es que aparezcan los perfiles de Facebook y LinkedIn antes de que aparezcan sus páginas web. Algunas personas comparten detalles de sus vidas privadas, otros lo utilizan solo para temas laborales. Mi objetivo personal no es solo compartir información pero también ofrecer herramientas, ideas, videos, que permitan motivar a la gente y recibir un valor de mi parte.

Los posibles problemas con el Facebook están relacionados con cómo manejamos la información. Por ejemplo, tuve un problema con un cliente que se enteró que estaba haciendo una actividad que percibió que estaba en competencia con la actividad a la que me había convocado y saltó a conclusiones erróneas sobre mi nivel de compromiso con su actividad en comparación con esta otra actividad que estaba haciendo como voluntario y publicitando en mis redes sociales. En otras palabras, una invitación que hice en Facebook produjo un malentendido y un problema innecesario con mi cliente.

Dado a que uso Facebook con fines laborales más que personales, también me produjo una pelea con mi ex pareja por no querer publicar fotos de los dos en nuestros viajes de vacaciones. Publiqué fotos solo de los paisajes y no de nosotros juntos y eso fue una fuente de discusión y malestar. Como ven, Facebook también puede ser fuente de problemas. En México los jóvenes poniendo todos los detalles de sus vidas personales se convirtieron en presa fácil para secuestros.

Estoy familiarizado con profesionales de Recursos Humanos que utilizan Facebook para enterarse de qué pasa con los empleados de la empresa, para tomar decisiones sobre futuras posiciones e incluso para emplear a personas. Hay gente a la que se la ha despedido por mentir y encontrar las evidencias en Facebook! En otras palabras, Facebook requiere responsabilidad y pensar dos veces qué vamos a publicar para que se entere todo el mundo.

Para decidir qué publicar o qué no publicar, un buen criterio es nuestra duda. Si no estamos seguros de publicar algo, posiblemente no sea apropiado. También podemos pedir consejo a otras personas y averiguar cómo podemos hacer para controlar lo que reciben nuestros amigos y conocidos. Por ejemplo, podemos organizar grupos de amigos y mandar fotos o comentarios solo a ellos. Podemos limitar lo que la gente escribe en nuestros espacios. Lo importante es tener claro que cada publicación que hacemos requiere de responsabilidad y juicio. Si no tienes un perfil en Facebook te invito a que lo consideres y que sigas las guías que comparto en este artículo. También te invito a que seas mi amigo. Para seguirme en Facebook puedes ingresar el correo de The Goldvarg Consulting Group.

Por: Damián Goldvarg