By/Por: Francisco Dueñas
Recently, I was surprised to learn that we are living through an epidemic. Not the COVID one, I knew that one. This disease is just as cunning, completely invisible and catches you off guard.
According to studies we are experiencing an epidemic of loneliness. 61 percent of Americans report feeling lonely, and even more so among young people. Psychologists define loneliness as the negative difference between how many social connections you have and how many you would like to have, including the quality of the connection. We are basically dissatisfied with our life in social terms. Like everything else, COVID has made things worse, but this epidemic has been around for a long time.
Loneliness is a completely unique and subjective experience, it means something different for each person. Just because we are alone, it does not mean we are lonely. There are many who are satisfied even with little social connection. That is why it is not easy to identify who feels lonely.
And loneliness between individuals is just one type of loneliness. Maybe you feel unwelcomed by society in general because of the prejudices that exist towards the LGBT community or towards immigrants. Or maybe you feel alone in a spiritual way, without a sense of your purpose in the universe, an existential
loneliness.
I feel alone when I start to think about all the people that I no longer frequent and that at some point were part of my life. When I was younger, I would talk on the phone often, if not daily, with my friends, asking them what they were doing, had done and what they planned to do. Now if I talk to my friends, it is very occasionally.
For many years, I have been lamenting, and blaming myself for, that social distancing, which I associated with the US culture of being a workaholic and with the increased responsibilities and obligations that one accumulates over the years: work, family, etc. And it is true that I have less time to chat. But now I also recognize that when I want to call I hesitate: hesitate because so much time has passed, hesitate that I may be bothering, hesitate that maybe the friendship no longer fits, etc. According to the researchers, that’s what loneliness is like – like a cycle. If you feel lonely, you are unmotivated to connect.
Now they are beginning to study the effects of so much loneliness and believe that feeling lonely is as harmful to your health as if you smoked 15 cigarettes a day or if you were an alcoholic, and it exceeds the risks to your health associated with obesity. In other words, loneliness is killing us little by little. These are not exaggerations of pop songs about heartbreak.
The solutions are at both a personal and social level. Don’t wait until loneliness completely extinguishes the pleasure of living. Many of us are experiencing the same and we should support each other. Find a support or social group, or an activity or creative expression group where you can interact with and make authentic friendships. At the social level, we need more parks, squares and money for social programs that bring us together, creating community by weaving social ties. Together we can create a more inclusive, welcoming and pleasant society.
LA SOLEDAD NOS ESTÁ MATANDO
Por/By: Francisco Dueñas
Recientemente, me sorprendió aprender que estamos viviendo por una epidemia. No es la del COVID, esa ya la sabia. Esta enfermedad es igual de mañosa, completamente invisible y te encuentra desprevenido.
Según estudios estamos viviendo una epidemia de soledad. El 61 por ciento de estadounidenses indican sentirse solitarios, y aún más entre los jóvenes. Psicólogos definen la soledad como la diferencia entre cuantas conexiones sociales tienes y cuantas quisieras tener, inclusive la calidad de la conexión. Básicamente estamos insatisfechos con nuestra vida en términos sociales. Aunque el COVID haya empeorado las cosas, esta epidemia ya tiene mucho tiempo.
La soledad es completamente única y subjetiva, o sea, es diferente para cada persona. Nomás porque estamos solos, no sígnica que estemos sufriendo de soledad. Hay muchos que están contentos aun con poca conexión social. Por eso no es fácil identificar quien se sienta solitario.
Y la soledad entre individuos es solo un tipo de soledad. Tal vez te sientes despreciada por la sociedad en general, por los prejuicios que existen hacia la comunidad LGBT o hacia los inmigrantes. O talvez te sientas sola de manera espiritual, sin un sentido de tu propósito en el universo, una soledad existencial.
Yo me siento solo cuando me pongo a pensar de todas las personas que ya no frecuento y que en alguno momento eran parte de mi vida. Cuando era mas joven, hablaba por teléfono seguido, si no diariamente, con mis amigas, preguntándoles que hacían, habían hecho y que planeaban hacer. Ahora si hablo con mis amigas, es muy de vez en cuando.
Tengo muchos años lamentando y culpándome por ese distanciamiento social, el cual lo asociaba con la cultura de EEUU de ser adicto al trabajo y con el aumento de responsabilidades y obligaciones que uno acumula con los años: el trabajo, la familia, etc. Y es cierto que tengo menos tiempo para charlar. Pero también ahora reconozco que cuando quiero llamar me da pena: pena de que haya pasado tanto tiempo, pena de que este molestando, pena que tal vez ya no cuadra la amistad, etc. Según los investigadores, así es la soledad– como un ciclo. Si te sientes solo, no te nace conectarte, aunque quisieras, así reforzando tu soledad.
Ahora comienzan a estudiar los efectos de tanta soledad y creen que sentirse solitario es tan dañino a tu salud como si fumaras 15 cigarrillos al día o si fueras alcohólico, y excede los riesgos a tu salud asociados con la obesidad. O sea, que la soledad nos está matando poco a poco. No son exageraciones de canciones de desamor.
Esto se arregla tanto al nivel personal como social. No esperes hasta que la soledad completamente extinga el placer de vivir. Muchos estamos pasando por lo mismo y deberíamos de apoyarnos. Encuentra un grupo de apoyo o social, de actividad o de expresión en el cual puedas interactuar con y entablar amistades auténticas. Al nivel social, necesitamos más parques, plazas y dinero para programas sociales que nos reúnen, creando comunidad al tejer vínculos sociales. Juntos podemos crear una sociedad mas inclusiva, acogedora y grata.