President Barak Obama, welcome to the White House! Because of you, citizens of this country and the whole world have high hopes that we will finally step back on the right track and pursue policies of social and economical justice for all.
OK, maybe that is too much to ask …. After all, we’ve just been through 8 years of Bush-ism, the bottom fell out of our economy, we are fighting two wars in Iraq and Afghanistan, we don’t even have a final senate count for God’s sake, and Obama has had less than a full month in office…..so give the guy a break and just wait your turn.
That is what I keep hearing from the straight media, most of our elected representatives, and other people in power. They have a point…. Or do they?
I am in my forties and for over half of my life, I have been directly involved in LGBT activism in various capacities. I remember in the 80’s when I witnessed almost
daily deaths of persons not much older than me at the time, suffering from AIDS to a deafening silence from our President.
Later on, in the 90’s, the deaths continued and the ignorance went on. Our families were marginalized as less than real, our love was discounted as imaginary and full of lust, and being gay was explained to the larger community as a lifestyle. At the same time, Our President, signed into law the Definition of Marriage Act (DOMA), which recognized marriage to be between a man and a woman under federal law.
And of course, at the dawn of the new century came Bush whose tragic legacy will live with us all for decades to come.
One of the very few times that I wept openly in my adult life was on November 5th 2008, when the whole country and indeed the world were celebrating. America had just elected Barak Obama to be its president. To be sure, there was reason to celebrate. But when I ran into a colleague of mine in the courthouse, and in response to a cursory “how are you?” I responded by breaking down and crying on her shoulder and telling her repeatedly “I am not less than anyone else.” Yet, 53% of Californians had just voted that indeed I was worth less than them.
I think I share with many of you the feeling that something was ignited in us all on that day. We came to suddenly realize that equality will not be given to us on a silver platter. It’s something we need to demand and at the same time we can’t settle for anything less.
So I say to you, my brothers and sisters, no more waiting. President Obama needs to have another listen to Rev. King’s speeches. When Dr. King talked about the Promised Land, he was talking about everyone’s arrival at that location. He talked about equality for all mankind…..not just the straight ones.
Well, I am still waiting to get to the Promised Land and I am not going to wait another 20 years to get there. Mr. Obama must ask for federal legislation to demand equality for all of us. The Democratic caucus – who is infinitely indebted to the LGBT community for being in Washington, needs to hear us. We want:
– Repeal of DOMA;
The federal government must not be in the business of interpreting family values and dimensions.
– Enactment of Uniting American Families Act – UAFA;
Recognize the right of same-sex couples to be able to help immigrate their partners to this country, just like straight couples do. Enough of this tearing our families apart.
– Enactment of Employment Non-Discrimination Act – ENDA;
We must be guaranteed the right not to be discriminated against in the work place no matter what our sexual orientation is.
– Take out HIV from the list of contagious diseases in accord with recommendations by the Centers for Disease Control (CDC)
Enough of this archaic rule to make travel for HIV infected individuals around the world even harder. Enough with this ban.
That is what we should demand from our new President, and nothing less. Mr. Obama, welcome to the Promised Land….but we need to get there too.
Presidente Barak Obama, bienvenido a la Casa Blanca! En usted, los ciudadanos de este país y de todo el mundo tenemos altas esperanzas de que finalmente iremos por el camino correcto en asuntos sociales y justicia económica para todos.
OK, quizás eso sea mucho pedir…Después de todo, acabamos de pasar por 8 años de las políticas de Bush, tocamos fondo con nuestra economía, estamos peleando en dos guerras en Irak y Afganistán, ni siquiera tenemos completo el Senado por Dios santo, y Obama tiene menos de un mes en la oficina…así que démosle tiempo y esperemos nuestro turno.
Eso es lo que escucho una y otra vez en los medios, la mayoría de los representantes electos, y otras personas en el poder. Tienen razón… O no?
Tengo más de 40 años, y por más de la mitad de mi vida me he involucrado directamente en activismo GLBT en varias capacidades. Recuerdo en los 80’s cuando fui testigo de muertes de personas casi de mi misma edad en aquellos años, sufriendo del SIDA ante un silencio total por parte de nuestro Presidente.
Después, en los 90’s, las muertes continuaban y la ignorancia seguía. Nuestras familias eran marginadas a un nivel menos que real, nuestro amor era descontado como imaginario y lleno de lujuria, y ser gay era explicado a las grandes comunidades como un estilo de vida. Al mismo tiempo, nuestro Presidente, firmó como ley la Definición del Matrimonio (DOMA), que reconocía al matrimonio como aquel entre un hombre y una mujer bajo ley federal.
Y por supuesto, al comienzo del nuevo siglo vino Bush, cuyo trágico legado vivirá con nosotros por décadas por venir.
Una de las pocas veces en que abiertamente demostré mi lamento durante mi vida como adulto fue el 5 de noviembre del 2008, cuando todo el país y de hecho el mundo entero estaba celebrando. America acababa de elegir a Barak Obama como su presidente. Para ser preciso, había razón para celebrar. Pero cuando corrí hacia una colega mia en corte, y en respuesta al típico “¿cómo estas?” le respondí llorando en su hombro diciéndole “No soy menos que nadie.” No obstante, el 53% de los californianos acababan de votar afirmando que valía menos que ellos.
Creo que comparto con muchos de ustedes el sentimiento de que algo se activó en todos nosotros ese día. De pronto nos dimos cuenta que la igualdad no se nos iba a dar sobre bandeja de plata. Es algo que debemos demandar y que al mismo tiempo no podemos conformarnos con menos.
Asi es que les digo, mis hermanos y hermanas, no más espera. El Presidente Obama necesita escuchar nuevamente los discursos del Rev. King. Cuando Dr. King hablaba sobre la Tierra Prometida, se refería a la llegada de todos a este lugar. Se refería a igualdad para todos…no solamente para los heterosexuales.
Yo aun estoy esperando llegar a la Tierra Prometida y no voy a esperar otros 20 años para llegar ahí. El señor Obama debe implementar una ley federal demandando igualdad para todos. El partido Demócrata – el cual se encuentra infinitamente en deuda con la comunidad GLBT por estar en Washington, necesita escucharnos. Queremos:
– Anulación de DOMA;
El gobierno federal no debe ponerse a la tarea de interpretar los valores familiares y sus dimensiones.
– Promulgar la Ley de Unión de Familias Americanas – UAFA;
Reconocer el derecho de las parejas del mismo sexo de ayudar a sus parejas a inmigrar a este país, del mismo modo que lo hacen los heterosexuales. Ya basta de estar separando familias.
– Promulgar la Ley de la No-Discriminación en el Trabajo – ENDA;
Se nos debe garantizar el derecho a no ser discriminados en nuestros lugares de trabajo, sin importar cual sea nuestra orientación sexual.
– Sacar al VIH de la lista de enfermedades contagiosas, de acuerdo con las recomendaciones de los Centros para el Control de las Enfermedades (CDC);
Ya tuvimos suficiente de esta regla arcaica que le hace el viaje mucho más complicado a las personas infectadas con el VIH. Ya basta de esta regla.
Eso es lo que debemos demandar de nuestro nuevo Presidente, y nada menos. Señor Obama, bienvenido a la Tierra Prometida…pero tenemos que llegar ahí también.