Articles

¿Sabes Cómo Pedir Ayuda?

Pedir ayuda puede ser difícil. En nuestra sociedad a veces es interpretado como un signo de debilidad. En este artículo presentaré algunos obstáculos para pedir ayuda y estrategias que nos permitan sentirnos cómodos para hacerlo.

Desde que nacemos necesitamos ayuda de adultos para sobrevivir. Sin los alimentos, protección y amor de nuestros padres o personas encargadas de criarnos, no podemos desarrollarnos como seres humanos saludables física, emocional y espiritualmente. Es decir que desde que nacemos precisamos de otros para sobrevivir.

A medida que crecemos vamos desarrollando habilidades para valernos de nosotros mismos. Aprendemos a desarrollar una autonomía que eventualmente nos permite vivir sin necesitar de otros para satisfacer nuestras necesidades básicas. Sin embargo, no importa cuales sean nuestros objetivos, siempre necesitamos de otros para alcanzar nuestras metas, bienestar y satisfacción en nuestras vidas. Necesitamos de una pareja y amigos si queremos compartir nuestra vida con otras personas, necesitamos relacionarnos con un jefe, clientes, o colegas en nuestros trabajos, independientemente de lo que hagamos.

En estas relaciones es importante ser efectivos en comunicar nuestras necesidades y a veces pedir ayuda. Uno de los obstáculos más grandes para pedir ayuda es el miedo a la deuda. La creencia que si pedimos un favor vamos a tener por reciprocidad, que hacer un favor en el futuro. A veces esto es realidad pero no siempre. En la vida hay que saber dar y recibir. Muchas personas tienen facilidad para dar pero no para recibir. No tienen problema en dedicarle tiempo a sus seres queridos pero no se sienten cómodos cuando tienen que pedirles un favor. El miedo a la “deuda” no es solo monetaria, puede ser emocional, o favores que implican tiempo de los otros.

Otro miedo a pedir ayuda es la posible percepción de que no podemos resolver algo por nuestra cuenta, que estamos “necesitados” cuando queremos tener una imagen de fuertes y autosuficientes. Nos puede preocupar que nuestra imagen sea opacada o sentirnos “vulnerables” a los juicios de las personas. Otro obstáculo para pedir ayuda es nuestro miedo al rechazo ¿Qué pasa si nos dicen que no? Para muchos es difícil lidiar con una respuesta negativa y prefieren no hacer el pedido que tomar el riesgo. Esto nos puede limitar en nuestras relaciones.

Cuando tenemos claros estos obstáculos podemos desarrollar estrategias para lidiar con ellos. Primero necesitamos seguridad en nosotros mismos y la capacidad para examinar nuestras interpretaciones de lo que significa pedir ayuda. Al desafiar nuestras creencias podemos sentirnos más cómodos para hacerlo. Cuando pedimos ayuda necesitamos tener claridad de qué es lo que esperamos de los otros, para cuándo y que estamos nosotros dispuestos a hacer.

Por ejemplo, podemos pedir ayuda a un colega para que lea un documento que hemos escrito y nos de feedback sobre el contenido o la gramática, en particular si es en inglés cuando no es nuestra primera lengua. O podemos pedir ayuda a un amigo para que nos presente a alguien en su trabajo con el objetivo de conseguir empleo. Podemos pedir a un ser querido que nos ayude a tomar una decisión o que se encargue de nuestras mascotas cuando salimos de vacaciones.

En estas situaciones debemos de ser claros qué es lo que necesitamos, para cuándo y dar opción para que el que reciba el pedido también pueda decir que no. Cuando hacemos un pedido siempre tenemos que estar dispuestos a recibir una respuesta negativa y a aceptarla. Otra estrategia para hacer un pedido es practicar la conversación en nuestra mente antes de encontrarnos con la persona. Definir qué queremos decir, cómo lo vamos a decir y practicar en nuestra mente la conversación que vamos a tener.

Espero que la próxima vez que precises de ayuda puedas evaluar cuáles son las creencias que te pueden estar limitando a hacerlo y planificar con anticipación cuales son tus expectativas en el pedido, qué vas a pedir y cómo lo vas a hacer.

Por: Dr. Damián Goldvarg, Ph.D.