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Usando Nuestra "Intuición"

La intuición está definida por el diccionario como una “percepción clara e instantánea de una verdad sin el auxilio de la razón”. Es lo que a veces reconocemos como “corazonadas”, “presentimientos” o ideas que no sabemos de dónde provienen. Sabemos algo pero no sabemos cómo lo sabemos. Sin embargo esta información puede ser muy importante en nuestras vidas para tomar decisiones. La capacidad de prestar atención a nuestra intuición puede ayudarnos a tomar decisiones apropiadas y el no prestarle atención puede hacer que cometamos errores. ¿Te pasó alguna vez que hiciste algo que sabías que no tenías que hacer pero no tenías razones suficientemente “lógicas” como para evitarlo? El desafío es que esta información que proviene de la intuición muchas veces no responde a la lógica. Es decir, no tenemos “datos objetivos” que podamos usar para explicar por qué estamos pensando o sintiendo algo.

Por ejemplo, conocemos a una persona y algo nos dice que no confiemos.

Esto puede tener que ver con su manera de hablar o expresarse, su “energía” o “algo” que no sabemos bien qué es. Esta persona no nos ha hecho nada malo, ni siquiera la conocemos, pero sin embargo hay algo que nos dice que seamos cautelosos.

Quizás fue un gesto, un comentario, una mirada que nos hace dudar de las intenciones de la persona. Tomar en serio esa información puede evitarnos problemas y protegernos de algo o alguien que pueda tener una influencia negativa en nosotros.

¿Puedes pensar en una ocasión en la que tuviste una corazonada de algo y sucedió exactamente eso? ¿Cómo lo podemos explicar? Una manera de explicar la intuición es que cuando nos comunicamos, no solo compartimos palabras, ideas, e interpretaciones, sino que también hay un contexto y percepciones de otros sentidos que nos dan información. No es solo lo que oímos, pero lo que vemos, olemos, la energía de la persona puede producir experiencias en nuestro propio campo energético. Cuando nos comunicamos está presente no solo lo que se dice sino también lo que no se dice, que nos puede estar dando información, o experiencias de nuestra vida que nos permite reconocer ciertos “signos” que podemos interpretar como oportunidades de confiar o de no hacerlo.

Podemos pensar en muchas ocasiones para la aplicación o no de la intuición en nuestras vidas. Por ejemplo, cuando tenemos que tomar una decisión sobre cambiar de trabajo. Quizás hay algo que nos dice que el nuevo trabajo no va a ser necesariamente mejor que el que tenemos actualmente. No sabemos mucho sobre la nueva oficina o la filosofía de la organización, sin embargo algo nos dice que el ambiente de trabajo no es tan positivo como el que tenemos actualmente y quizás un mayor salario no justifica un cambio de trabajo. O quizás sea el jefe que pareció muy amable durante la entrevista pero hay algo que nos dice que quizás tenga un temperamento difícil para trabajar. O estamos buscando un nuevo lugar para vivir y entramos en una casa e inmediatamente sabemos que ese es el lugar que estábamos buscando.

Hay gente que cree en el “amor a primera vista” que da a entender la posibilidad de enamorarse solo de una mirada. Mucha gente tiene miedo de seguir su intuición porque no tiene un sustento “lógico”, sin embargo todos tenemos una sabiduría que debemos de tomar en cuenta y de confiar más en ella. Quiero invitarte a que prestes atención en tu vida a tu intuición para poder usarla más a menudo y aprovechar esa información para tomar tus decisiones. El tomar nuestra “intuición” seriamente puede ser clave para tomar deciones que traigan una mayor satisfacción en nuestras vidas.

Por: Dr. Damián Goldvarg