¿Te has sentido alguna vez desesperado porque el día no te alcanza para hacer todo lo que tienes que hacer? ¿Has sentido el estrés y la presión de no saber qué hacer primero para poder atender a las múltiples demandas de tu trabajo, tu familia y a la vez responder a tus propias necesidades personales como ir al dentista o al mercado? Vivimos en una sociedad y una situación económica global donde hay menos recursos, mayores expectativas, y a veces mayores exigencias.
Para poder “hacer más con menos” es necesario poder ser creativos, pero sobre todo determinar nuestras prioridades. Utilizar la tecnología para nuestro beneficio en vez de que sea un obstáculo para alcanzar lo que es importante para nosotros. Tampoco debemos decir que sí a todos los pedidos que recibimos pero debemos tener mucha claridad en particular sobre dos áreas: nuestros valores y sobre cuáles son los objetivos estratégicos de las organizaciones a las que pertenecemos.
Nuestros valores: ¿Qué es realmente importante para ti? ¿Tu familia? ¿Tu trabajo? ¿Tus actividades como voluntario en la comunidad? ¿Tu participación en tu Iglesia, Partido Político, Asociación de Vecinos o Asociación Profesional? ¿Eres congruente en cómo pasas tu tiempo de acuerdo a lo que es importante para ti? Determinar lo primordial te permite clarificar el panorama cuando tienes que tomar decisiones. A nivel personal, me ha pasado que he puesto mi trabajo como voluntario en una asociación profesional por delante del trabajo con mis clientes y lo he resentido. Por ejemplo, decidí llegar tarde a una reunión con un cliente porque la reunión telefónica con mis colegas en mi trabajo voluntario se alargó y duró una hora más de lo previsto. De camino a la reunión con mi cliente me di cuenta que mi decisión había sido equivocada. Había decidido quedarme en la reunión telefónica, poniendo las prioridades en una manera equivocada. A algunas personas les pasa eso con su trabajo y su familia. Esto no quiere decir que el trabajo imponga que tengamos que trabajar más horas de lo pactado y como resultado perjudicando el tiempo con la familia. Pero he observado personas que se olvidan de sus prioridades y que cuando están con sus familias durante el fin de semana, siguen de cerca cada correo electrónico que reciben. En muchos de los casos la naturaleza de sus negocios no requiere que lo hagan por lo cual la decisión de estar chequeando los correos, y quitando atención y tiempo a su familia es una decisión consciente que puede no estar alineada con los valores de la persona.
Objetivos estratégicos: los objetivos estratégicos de las organizaciones están relacionados con el futuro deseado y con la determinación de prioridades de la organización para tomar decisiones en relación a sus recursos económicos, humanos, etc. Explicar a los empleados los objetivos estratégicos es el trabajo de los líderes pero eso no siempre sucede y muchas personas no saben cómo tiene que guiar sus decisiones cuando tienen que priorizar. Identificar los objetivos estratégicos de nuestros negocios nos permite tomar decisiones que se alineen con ese futuro deseado. Si no las tenemos claras te invito a que preguntes a tus líderes por los objetivos estratégicos de tu compañía. Cuando hay muchas tareas que se tienen que llevar a cabo, los objetivos estratégicos son los que nos permiten definir qué hacer primero y qué después. ¿Cómo se relaciona esta tarea específica que tengo que llevar a cabo con las prioridades organizacionales? ¿Es una actividad que es urgente pero que no es importante?
La capacidad de tomar decisiones basándonos en estos dos parámetros nos permite tener una guía para planificar apropiadamente nuestros días y disminuir el estrés y la tensión. La sensación de estar fuera de control y no dar abasto puede ser reemplazada por una sensación de seguridad de que aunque no consigamos terminar todas las tareas pendientes, estaremos enfocados en lo que realmente es importante y pondremos nuestra energía en actividades que nos permitirán conseguir lo deseado.
Por: Dr. Damián Goldvarg