COMMUNITY

LAS EMPRESAS Y SUS JUEGOS DE GATO POR LIEBRE

Por Mostro Vacci
Photo ©Tomas1111 | Dreamstime.com

Trabajar para una empresa definitivamente es un arma de doble filo. La estabilidad emocional que te puede dar el tener un salario fijo, seguro social y que se haga el pago de tu casa automáticamente es maravillosa, pero a veces es a cambio del resto de tu salud mental, física o simplemente el combo de las dos que te deja vacío en todos los sentidos posibles y cuestionando tus decisiones de vida a altas horas de la noche…

Para empezar, la falacia que te venden cuando te están ofreciendo un trabajo de “prestaciones de ley” solo quiere decir que te van a pagar lo que les exigen como mínimo y que no te van a dar nada más que lo que es absolutamente indispensable y obligado por la ley federal de trabajo. No es como que están ofreciendo un incentivo o algo parecido, es nada más que cumplen con lo que deben y punto. Ya si le agregan un “prestaciones superiores a las de la ley” es muy posible que tenga un beneficio ligeramente más alto, aunque dudo bastante que sea algo como para caer al piso de la emoción. Si uno tiene el más mínimo de los criterios va a comprender que cumplir con el mínimo no es un gran logro porque no van a esperar el mínimo de nuestro esfuerzo, ¿o sí?

Sueldos competitivos no significa de ninguna manera que es un salario digno o suficiente para vivir. Solo quiere decir que pagan lo mismo que otras empresas por el mismo puesto, o sea, que puede competir con las demás empresas. Eso no es gran cosa, solo una forma de vender las cosas para que parezcan más atractivas. Resulta que cuando escucho eso siempre pienso en todos los lugares donde puedo trabajar y ganar lo mismo. A veces hasta por menos trabajo y con un horario mucho menos exigente. Definitivamente todos esos son factores que uno debe considerar a la hora de seleccionar un trabajo.

Otra cosa que siempre hace que mis antenas se activen es cuando me dicen que son como una familia. O sea, ¿disfuncional? ¿Llena de dramas y reclamos? Digo, no he conocido a una familia que sea perfecta, y yo como hermano menor les aseguro que parte de mi placer en la vida es molestar a mis hermanas. O sea que cuando me den retroalimentación y me digan lo decepcionante que es mi progreso y lo mala que es mi actitud les puedo reiterar que constantemente decepciono a mi familia, por lo tanto es lo que deben esperar de mí. Es bueno saberlo.

“Nos ponemos la camiseta” quiere decir que te van a explotar enormemente, que van a disponer de tu tiempo, que te van a exigir mucho más de lo tolerable y que encima de todo no te van a dar ningún tipo de compensación porque eres parte de un equipo y todos debemos sacrificar, cosa que normalmente viene de la boca de los que ganan mucho más dinero que los que tienen que ponerse la camiseta. Al parecer, es más fácil escupir idioteces de ese tipo cuando ganas el triple de suelo que los demás. Así cualquiera. Y últimamente se puso de moda escuchar que te compran con una pizza, la realidad es que muchas empresas piden la pizza, junto con la cooperación de los mismos empleados para comprarla porque a veces ni a eso se dignan. Deberíamos regalarles un bote de WD840 para soltar esas carteras.

Empresas: tienen lo que pagan, no pueden esperar que los empleados, colaboradores, socios, hermanitos o como decidan llamarnos para estimular nuestro sentido de pertenencia le echen todas las ganas posibles si a la hora de compensar los esfuerzos recibe uno lo más mínimo posible. No podemos emocionarnos de formar parte de un equipo que requiere que consiga un segundo trabajo para pagar los transportes necesarios para asistir. No me puedo poner la camiseta del equipo si no me alcanza el salario para comprarme una, o peor aún, si me das una y me la descuentas vía nómina. Seamos realistas. Si me asaltan en la calle por andar caminando a las cuatro de la mañana, estoy seguro que le voy a dar lástima al asaltante y me va a querer prestar veinte pesos para comprarme un burrito y como valen veinticinco, ni para eso me va a alcanzar.

Lo más interesante de formar parte de una compañía es la gente que conoces. La verdad, los mejores amigos que he tenido los he encontrado en los diferentes trabajos que he realizado. Es lo único que puedo decir honestamente que es lo mejor que he sacado a toda esa larga danza que llevo como parte de la máquina industrial. Definitivamente es toda una experiencia. Y eso que soy estudiado y tengo diferentes habilidades, no me puedo ni imaginar lo desesperante que ha de ser cuando no pareces tener otras opciones más que las que te ofrecen. Y luego se preguntan por qué la gente está tan enojada a veces.

Así que si quieren tener empleados felices, de esos que no se quieren ir de tu compañía, es importante que los traten bien, como seres humanos. Un trato digno no los va a hacer perder dinero ni perder en productividad. A mí me pueden exigir lo que quieran siempre y cuando me sienta compensado adecuadamente. Si me van a querer intimidar con un sueldo miserable, con amenazas de correrme o con manipulación barata como si de un amante tóxico se tratara, les aseguro que no les va a gustar el resultado. No soy ni callado ni sutil para expresar mis inconformidades y me doy a respetar cuando siento que se están pasando de la raya. Ya si me pagas mucho, pero mucho dinero, puedes comprar mi dignidad, es posible, sin embargo, no es barata.

Yo amo trabajar, ganarme lo que tengo, pero tampoco voy a regalar mi tiempo y mi esfuerzo, ya de por sí me faltan unos tornillos….

Y ustedes, darlings, ¿qué opinan? Compartan… si se atreven…

Saludos afectuosos.
Mostro.