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Adicción al sufrimiento

Aunque parezca difícil de creer, muchas personas son adictas al sufrimiento. Es decir, eligen al sufrimiento como forma de vida y lo hacen un hábito al que no pueden controlar. Lo han experimentado desde la infancia o por muchos años y están tan acostumbradas que a veces no se dan cuenta que tienen alternativas diferentes en sus vidas. Cuando aparecen oportunidades de felicidad, hacen cosas consciente o inconscientemente para boicotearse, para que las cosas no salgan bien. Viven resignadas, convencidas que el sufrimiento es la única forma de vivir sus vidas y lo eligen en vez de elegir paz interior y bienestar general cuando aparece la oportunidad.

goldvarg1Por ejemplo, Pedro, un joven gay, conoce a un muchacho que le trata muy bien y empieza una relación romántica. Pedro creció siendo abusado emocionalmente por sus padres y además incorporó otros mensajes negativos sobre los gays que escuchaba del sacerdote de la iglesia a la que asistía con su familia. Pedro, que era un joven apuesto y muy inteligente y sensible, se convenció que no era una persona valiosa y que se merecía sufrir. Sus primeras parejas le trataban mal y le humillaban. Y aunque no era feliz, se sentía cómodo con esa situación. Cuando finalmente conoció a un joven amable, dispuesto a entregarle su amor, sin entender muy bien porque, Pedro perdió interés en el muchacho. Este es un buen ejemplo de alguien que tenía la oportunidad de crear algo distinto en su vida pero que lo dejó pasar. un adicto al sufrimiento no puede lidiar con la falta de conflicto en la relación y la sabotea. Algunas personas hacen eso mismo con sus trabajos. Necesitan jefes déspotas, estrés y conflicto en el trabajo para sentirse cómodos. Cuando encuentran trabajos libres de conflictos pueden crearlos ellos mismos.

Quizás tú conozcas a alguien con estas características. Un familiar, un amigo, un vecino, o un colega. Quizás te estés dando cuenta que tú también eres adicto al sufrimiento y no te habías dado cuenta hasta ahora. La buena noticia es que hay formas de salirse de la adicción al sufrimiento. El primer paso, como en toda adicción, consiste en que la persona lo reconozca y quiera hacer algo al respecto. Si la persona no quiere o no puede aceptar que en realidad está eligiendo el sufrimiento como forma de vida, es muy difícil que sea posible una transformación. La cotidiana elección termina por hacerla transparente, como el agua para el pez. Así, la persona que ha integrado el sufrimiento como parte rutinaria de su vida, ya no la ve, ya no elige, este sentir ha pasado a ser su “agua”, el medio ambiente natural en el que vive y se desplaza Lo experimentan pero no lo ven como una elección.

Y si bien es verdad que hay muchas cosas que no podemos cambiar, hay cosas que sí. Hay variables que no están bajo nuestro control. El pasado no lo podemos cambiar, que cierta gente actúe de determinada manera o tenga ciertas creencias quizás no pueda cambiarse, pero nuestras elecciones son nuestras. Una cosa es sufrir como resultado de una pérdida reciente y otra cosa es vivir sufriendo por años. Dentro de todo lo que nos pasa siempre hay un umbral de elección. Una vez que la persona acepta que es adicta al sufrimiento, que puede elegir vivir de una manera diferente y está dispuesta a tomar acción, el segundo paso es buscar ayuda. Puede ser de un amigo, un profesional, grupos de apoyo en agencias, talleres, libros de autoayuda, lecturas del Internet. Lugares dónde pueda recibir orientación y clarificar qué le llevó a elegir el sufrimiento y le permitan desarrollar estrategias apropiadas para dejarlo atrás.

Es muy difícil hacer este proceso solo, sin ayuda. Como todas las adicciones, es necesario una fuente de apoyo exterior que le recuerde a la persona que es valiosa y le aliente cuando se sienta desalentado o frustrado. Las estrategias para lidiar con el excesivo apego al sufrimiento pueden tener diferentes formas, pero el diálogo interno es una de las más importantes. Poder reconocer cómo nosotros somos nuestros peores enemigos y detener pensamientos negativos y autodestructivos puede ser clave en este proceso. Explorar alternativas con otras personas y descubrir nuevas posibilidades opuestas al sufrimiento que permitan alcanzar paz interior, mayor amor a sí mismo y a los demás y bienestar general podrían hacer una gran diferencia en este proceso.

Por Damián Goldvarg, Ph.D.