Dear HIV
By: Jorge Diaz, MSW
jdiaz@bienestar.org
Clinical Social Worker
In countries all over the world, December 1st, is all about you and you have our undivided attention for all you have done. Today, we honor you and all the lives you have touched and impacted. I know you may be asking why we honor you? Well, you’re HIV. You’re powerful. You don’t ever give up and you continue to impact people all over the world. You don’t discriminate based on age, race or sexual orientation. You don’t care about socio-economic status or what country we are from-even though you seem to be in more communities than others. After 30+ years, you have not lost your popularity. Although we have come along way, you have managed to stay relevant. Depending on who you ask-you are either a best friend, the enemy or simply a secret. But for me, you’re my best friend. Yes, you are one of my best friends. Why you ask? Well, I give you the best of me. I have shared my darkest and loneliest moments with you. Over the past 19 years, I have built my life with you in mind. You have changed the way I eat, sleep, think and even the way I love. You are so important that even in sex I think of you. You are my best friend, after all. I have given you the best of me. I try to give you the best food, best sleep and overall the best life. You have changed my life for the better. Ever since you came into my life I was forced to reflect and make necessary changes. When you came into my life, you triggered my unresolved childhood traumas and forced me to look at what is healthy versus unhealthy. You have helped me defined the true meaning of self-love in my journey of healing and forgiveness. You have given me a purpose in life and I thank you for that. At one point, I had no idea who I was or where I was going.
I didn’t really know my calling or my purpose in life, however, you challenged me to begin to find myself. Since your arrival, you helped me find my strengths and courage. Although I was a bit lost and confused when we first met, you never left my side. You caught me by surprise and I struggled allowing you in. Your arrival brought shame and fear. For a minute there, I didn’t even know what I was going to do with you. One of the most valuable lessons you have taught me about life, is life itself. You helped me understand the feeling of “shame.” I never really knew what shame and loneliness felt like, but you showed me the way. You were there every step of the way. I never imagined that I would love and trust again, but after the years, we have worked together to be able to believe that love is indeed possible again. You have given me a platform and the ability to DREAM again. Yes, you even destroyed that and my goals and dreams were taken from me. But after a lot of work, negotiations and compromise-we have managed to work together, live with one another and give each other the best of us. I thank you for everything you have given me and I hope for many more years to come.
Querido VIH
Por: Jorge Diaz, MSW
jdiaz@bienestar.org
Clinical Social Worker
En países en todo el mundo, el primero de diciembre se trata de ti y tienes toda nuestra atención por todo lo que haz hecho a nivel mundial. Tu y todas las vidas que haz tocado e impactado serán honrados hoy. Sé que quizás estés preguntándote por qué te honramos. Porque eres el VIH. Eres poderoso. Nunca te rindes y sigues impactando a personas de todo el mundo. No discriminas por motivos de edad, raza u orientación sexual. No te importa el estatus socioeconómico o de qué país somos, a pesar de que parece que estas en más comunidades que otras. Después de 30 años, no has perdido tu popularidad. Aunque hemos avanzado, haz logrado mantenerte relevante. Dependiendo a quién le preguntes, o eres un mejor amigo, el enemigo o simplemente un secreto. Pero para mí, eres mi mejor amigo. Sí, eres uno de mis mejores amigos. ¿Porque preguntas? Bueno, te doy lo mejor de mí. He compartido contigo mis momentos más difíciles y solitarios. Durante los últimos 19 años, he construido mi vida pensando en ti. Has cambiado la forma en que como, duermo, pienso e incluso la forma en que amo. Eres tan importante que hasta en el sexo pienso en ti. Te he dado lo mejor de mi. Intento darte la mejor comida, el mejor trato y, en general, la mejor vida. Desde que llegaste a mi vida, he reflexionado y hecho cambios necesarios. Cuando llegaste, desencadenaste mis traumas infantiles y me obligaste a definir lo que es saludable y mejor para mí y para ti. Me has ayudado a definir el verdadero significado del amor propio en mi proceso de sanación y el perdón. Me has dado un propósito en la vida y te lo agradezco. En un momento en mi vida, no tenía idea de quién era ni adónde iba.
Realmente no sabía mi vocación o cuál era mi propósito en la vida, sin embargo, me desafiaste a comenzar a encontrarme a mí mismo. Desde tu llegada, me ayudaste a encontrar mis fortalezas y valentía. Aunque estaba un poco perdido y confundido cuando nos conocimos, nunca te fuiste de mi lado. Tú llegada trajo vergüenza y miedo a mi vida. Por un momento, ni siquiera supe qué iba a hacer contigo. Una de las lecciones más valiosas que me haz enseñado fue sobre la vida misma. Me ayudaste a comprender el sentimiento de “vergüenza”. Nunca supe realmente cómo se sentía la vergüenza y la soledad, pero tú me mostraste el camino. Estuviste allí cada paso del camino. Nunca imaginé que amaría y volvería a confiar, pero después de los años, hemos trabajado juntos para poder creer que el amor es posible nuevamente. Me haz dado una plataforma y la capacidad de SOÑAR de nuevo. Después de mucho trabajo, negociaciones y compromisos, hemos logrado trabajar juntos, convivir y darnos lo mejor de nosotros. Te agradezco todo lo que me has dado y espero poder compartir muchos años más contigo.