By: Ally Bolour, Esq. Bolour/Carl Immigration Group, APC – www.americanvisas.net
Photo by: Chris Dorney | Dreamstime.com
Immigration enforcement, especially through ICE (Immigration and Customs Enforcement) raids, often makes headlines for the people detained—but there’s another side that doesn’t get as much attention: The economic impact. These raids don’t just affect the individuals being taken away—they also have big consequences for the businesses they work for, the communities they live in, and the broader economy.
Jobs That Get Left Behind
Many undocumented immigrants work in industries that rely heavily on manual labor—like farming, construction, restaurants, hotels, and factories. These are jobs that are often hard to fill. When ICE raids a workplace and removes a bunch of employees, businesses can’t just replace those workers the next day. Crops may go unpicked, projects get delayed, and restaurants might have to cut back on hours or services.
Even people who aren’t directly affected by a raid may decide not to show up for work if they’re scared ICE could be nearby. That makes labor shortages worse and slows everything down.
Local Businesses Lose Customers
ICE raids can send a shockwave through an entire community. When families are broken up or people are scared to go out, they stop spending money. Restaurants see fewer customers. Grocery stores lose shoppers. Childcare centers may have fewer kids. Small businesses that depend on regular foot traffic can struggle just to stay open.
The truth is, immigrants don’t just work jobs—they also shop, pay rent, pay taxes, and contribute to the local economy. When people stop spending, everyone feels the pinch.
It Costs a Lot to Enforce
Raids aren’t cheap. It takes a lot of government money to send agents out, arrest people, process them, and keep them in detention centers. Those costs add up quickly. At the same time, families who lose a breadwinner may end up needing public help—like food assistance or support for kids who are suddenly without parents.
So, while the goal may be enforcing the law, the financial cost of doing it this way can be pretty high.
People Start Avoiding Public Services
There’s also the issue of trust. After a big raid, immigrants—whether they’re undocumented or not—often avoid things like hospitals, schools, or even the police. That hurts public safety and public health. People who don’t feel safe or supported are less likely to engage in everyday parts of life, which makes communities feel more divided and less stable.
Cómo las redadas de ICE dañan la economía de EE.UU.
By: Ally Bolour, Esq. Bolour/Carl Immigration Group, APC – www.americanvisas.net
Photo by: Chris Dorney | Dreamstime.com
Las medidas de control migratorio, especialmente las redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), suelen ser noticia por las personas detenidas, pero hay otro aspecto que no recibe tanta atención: el impacto económico. Estas redadas no solo afectan a las personas detenidas, sino que también tienen graves consecuencias para las empresas para las que trabajan, las comunidades en las que viven y la economía en general.
Trabajos que se quedan atrás
Muchos inmigrantes indocumentados trabajan en industrias que dependen en gran medida del trabajo manual, como la agricultura, la construcción, los restaurantes, los hoteles y las fábricas. Estos son trabajos que a menudo son difíciles de llenar. Cuando ICE saquea un lugar de trabajo y elimina a un montón de empleados, las empresas no pueden reemplazar a esos trabajadores al día siguiente. Las cosechas pueden quedar sin cosechar, los proyectos retrasarse y los restaurantes podrían verse obligados a reducir sus horarios o servicios.
Incluso las personas que no se ven directamente afectadas por una redada pueden decidir no presentarse a trabajar si temen que ICE pueda estar cerca. Eso empeora la escasez de mano de obra y ralentiza todo.
Las empresas locales pierden clientes
Las redadas de ICE pueden causar una conmoción en toda una comunidad. Cuando a las familias se les separan o la gente tiene miedo de salir, deja de gastar. Los restaurantes ven menos clientes. Los supermercados pierden clientes. Las guarderías pueden tener menos niños. Los pequeños negocios que dependen del tráfico peatonal regular pueden tener dificultades incluso para mantenerse abiertos.
La verdad es que los inmigrantes no solo tienen empleos, sino que también compran, pagan alquiler, pagan impuestos y contribuyen a la economía local. Cuando la gente deja de gastar, todo el mundo siente el pellizco.
Cuesta mucho enforsar
Las redadas no son baratas. Se necesita mucho dinero del gobierno para enviar agentes, arrestar a personas, procesarlas y mantenerlas en centros de detención. Esos costos se suman rápidamente. Al mismo tiempo, las familias que pierden a un sostén de familia pueden terminar necesitando ayuda pública, como asistencia alimentaria o apoyo para niños que repentinamente no tienen padres.
Por lo tanto, si bien el objetivo puede ser hacer cumplir la ley, el costo financiero de hacerlo de esta manera puede ser bastante alto.
La gente empieza a evitar los servicios públicos
También está el tema de la confianza. Después de una gran redada, los inmigrantes, ya sean indocumentados o no, a menudo evitan cosas como hospitales, escuelas o incluso la policía. Eso perjudica la seguridad pública y la salud pública. Las personas que no se sienten seguras o apoyadas son menos propensas a participar en partes cotidianas de la vida, lo que hace que las comunidades se sientan más divididas y menos estables.