Los seres humanos somos, por naturaleza, criaturas sociales. Desde nuestro nacimiento, aprendemos quienes somos y como encajamos en nuestro entorno a través de nuestras relaciones con los demás. A través de un proceso de acercamiento e imitación, que normalmente empieza a partir de nuestra relación con nuestros padres, poco a poco aprendemos como relacionarnos con los demás y desde el principio adquirimos nuestro sentido único de identidad. A medida que crecemos, y a través de una serie de etapas de desarrollo, nuestro sentido de identidad toma más forma y es moldeado por las experiencias, tanto positivas como negativas que tenemos con personas como nosotros, con la sociedad y con las instituciones, incluyendo los medios de comunicación, religión y el gobierno. En resumen, yo soy lo que nosotros somos, antes de ser yo mismo.
Como animales sociales, los seres humanos tenemos la inclinación natural a buscar conexiones con grupos o con la comunidad, para ser adecuadamente reconocidos por otros y sentirnos escuchados. La participación en grupo ha demostrado ser una herramienta extremadamente útil en el proceso terapéutico mediante el cumplimiento de nuestras más elementales necesidades humanas. Muchas personas se han beneficiado de participar en diversos tipos de grupos, incluyendo psicoterapia de grupo, grupos de apoyo, grupos de auto ayuda, grupos de psico-educación, grupos de conversación y un sinfín de otros procesos de grupo. Los grupos, en general, les dan a los participantes un sentido de pertenencia y una sensación de menos aislamiento y menos soledad. Al ofrecer un espacio seguro para que las personas compartan sus experiencias y adquieran conocimientos, los grupos pueden satisfacer la necesidad básica que tenemos los humanos para relacionarnos íntimamente con los demás y le pueden proporcionar a los participantes la fuerza interior necesaria para manejar situaciones aparentemente difíciles. Los grupos también proporcionan un escape social a las personas que de lo contrario podrían estar aisladas como resultado de una condición médica, alcoholismo y drogadicción, estigma o debido a problemas emocionales o psicológicos.
Sin embargo, para algunos, la idea de participar en un grupo puede parecerles incómoda o darles miedo. Si se tienen antecedentes de traumas interpersonales o fobias sociales, la idea de entrar en un grupo puede ser difícil. Muchas veces como parte de la terapia individual, se analizan la terapia de grupo o la participación en un grupo como posibles objetivos para las personas que tienen dificultades específicas o que le tienen miedo al proceso de grupo. Sin embargo, la mayoría de la gente puede beneficiarse de la participación de grupos de apoyo, ya sea por un problema de salud específico o de salud mental, como por ejemplo de un grupo de auto ayuda o de 12 pasos, psicoterapia de grupo o un grupo enfocado en religión. Nuestra tendencia humana para hacer conexiones con otros grupos y nuestra necesidad básica de tener contacto humano, hace que el proceso de grupo sea una experiencia de sanación y reafirmación de vida ante las dificultades de la vida diaria y los obstáculos difíciles de superar. Nuestra condición humana depende en buena medida de nuestra relación con los demás. Como tal, el proceso de grupo puede proporcionarle el amor y la comprensión que se necesita para alcanzar su mayor potencial humano.
Para mayor información sobre grupos de apoyo para VIH y servicios médicos, por favor llame a AltaMed Medical Group al 1-888-455-5540 o visítenos en nuestra clínica ubicada en el 5427 Whittier Boulevard, Los Ángeles, CA 90022.
The Importance of the Group Process
Humans are, by nature, social creatures. From birth, we learn who we are and how we fit into our environments through our relationships with others. Through a process of bonding and mimicking beginning typically with our relationship to our parents, we gradually learn how to relate to others and initially gain our unique sense of Self. As we age, through a series of developmental stages, our sense of Self is further shaped and molded by the experiences, both positive and negative, we have with our peer group, with society and with larger institutions including the media, religion and the government. In short, I am We before I am I.
As social animals, humans have a natural inclination to seek out group or community connections, to be appropriately acknowledged by others and to feel heard. Group participation has proven to be an extremely useful tool in the therapeutic process by meeting our most basic of human necessities. Many people have benefitted from taking part in various types of groups including group psychotherapy, support groups, self-help groups, psychoeducation groups, conversation groups and a host of other group processes. Groups, in general, provide participants with a sense of belonging and with a sense of feeling less isolated and less alone. By offering a safe space for people to share their experiences and gain insights, groups can meet our basic human need to relate intimately with others and can provide participants with the inner strength needed to manage seemingly difficult situations. Groups also provide a social outlet to people who might otherwise be isolated as a result of a medical condition, alcoholism/addiction, stigma or because of emotional or psychological concerns.
For some, however, the idea of participating in a group may seem scary or uncomfortable. Social phobias or a history of interpersonal traumas may make the thought of entering a group challenging. Often times in individual therapy, group therapy or group participation are discussed as potential goals for individuals who have specific concerns with or who are fearful of the group process. Most people, however, can benefit from group participation be it a support group on a specific health or mental health concerns, a self-help or 12-step group, group psychotherapy or a religiously focused group. Our human tendency to make connections with other and our basic need for human contact make the group process a healing and life-affirming experience in the face of daily annoyances and insurmountable obstacles. Our human condition depends heavily on our relationship to others. As such, the group process can provide you with the love and understanding that is needed in reaching your greatest human potential.
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Por: Alonso D. Bautista, Terapeuta de Salud Mental