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Una Leyenda Maya

¿Por qué son las chuparosas tan pequeñas, bellas y tan diferentes a los otros pájaros?

Bueno, hace muchos años atrás, cuando el mundo todavía no estaba formado, uno de los grandes dioses mayas que se encontraba en el lugar sagrado donde él creaba todos los pajaros de diferentes tipos al ver a su alrededor pensó que ya había terminado su misión de crear todos los pájaros de todo tipo, tamaño y color. Después de unos momentos de reflexión y de felicidad, volvió de nuevo a ver a su alrededor y fue en ese preciso momento que en una mesa de piedra se encontró con unos pedazos de plumas grises, un piquito largo y de mucho filo, algunos pedacitos de huesos y músculos. Todos estos elementos eran sobras de otros trabajos realizados en sus momentos de creatividad y que no habían sido usados en otros proyectos. Tomando todos los materiales gentilmente en su mano dijo “no puedo desperdiciar estos materiales” y poco a poco empezó a darle forma hasta que terminó su arte de creación en una bella chuparosa y le dio inmediatamente el regalo de la vida.

metafisica1La chuparosa abrió sus pequeños y agudos ojos de un negro profundo. Movió sus alitas y miró a su creador con mucho cariño. El dios maya le sonrió al ver qué tan pequeña era. Él estaba muy impresionado con su creación, porque nunca antes había creado un pájaro tan pequeño y curioso como el que se encontraba enfrente de él. La chuparosa era de el tamaño de el dedo pulgar. Con tu pequeño piquito podrás extraer el nectar de las flores, una comida muy rica que no todos los pájaros pueden extraer tan facilmente y tu larga lengua será una herramienta muy eficaz para hacer este trabajo le dijo el dios maya. Tus habilidades para volar en toda dirección serán muy agudas. Podrás volar hacia adelante, hacia atrás, hacia arriba y hacia abajo sin ninguna dificultad, concluyó el dios maya.

El dios maya nombró a su nueva creación “chuparosa” y la mandó a explorar el mundo. Días después la chuparosa regresó a visitar a su creador y le comentó que el mundo era muy grande y que se sentía solo y quería pedirle si era posible darle una compañía de su mismo tamaño y fue asi como el creador maya le dio una compañera para el resto de su vida. El día de hoy será el día de tu boda le susurró el dios maya.

Los animales de el bosque se dieron cuenta de la boda de la chuparosa y decidieron hacer una gran fiesta para celebrar tan importante día en la vida de estos pequeños. El día de la boda los demás pájaros pensaron que las chuparosas no podían solo tener las plumas grises, pero que necesitaban algo de color y que tenían que verse muy bellas y fue asi que tomaron la decisión de proveerles con todo lo posible para que se vieran muy bonitas.

El quetzal, uno de los animales más explendidos de el mundo maya fue uno de los primeros que dieron su discurso ese día, “Por favor tomen de mi cuerpo todas las plumas verdes que necesiten” expresó el quetzal. “Y tomen todas las plumas verde-violeta que necesiten” expresó otro pájaro. Las chuparosas aceptaron todos los regalos gustosamente y se cubrieron sus pequeños cuerpecitos con las brillantes plumas de colores que les ofrecieron. “Algo falta aquí” dijo otro pájaro y quitándose unas plumas rojas se las puso como pañuelos alrededor de el cuello.

Antes de que algún otro pájaro ofreciera más plumas, el sol brillante salió detrás de una nube y les declaró marido y mujer. Todos los animales lloraron de mucha alegría y les dieron sus bendiciones para el resto de sus vidas. El sol era tan brillante que las chuparosas brillaban con sus majestuosas y brillantes plumas de colores. En ese momento otro rayo brillante de luz salió del sol y se reflejó en la espalda de las chuparosas dando la impresión de que el torso era como un pedazo de jade.

Después de unos minutos el sol habló con autoridad e hizo la siguiente promesa: “Las plumas de todas las chuparosas siempre brillarán con la magia de el fuego y el jade, siempre y cuando me vean de frente en todo momento.” Pero en el momento que ellos abandonan mis rayos de luz las plumas se les volverán oscuras otra vez para recordarles que las primeras plumas que se pusieron fueron grises y que todavía las tuvieran si no fuera por todos los regalos incondicionales que les brindaron todos los animales presentes el día de su boda.

Nunca deje que momentos obscuros en su vida le impidan recibir la luz brillante del sol. Siempre esté agradecido con todos aquellos amigos que de una manera u otra le han ayudado a embellecer su vida. Demuestre su amor incondicional a cada momento que usted tenga la oportunidad y siempre dé a los demás sin esperar nada a cambio. Goce su vida a cada momento, es lo más maravilloso que Dios nos ha brindado.

Por: Oscar Reconco