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¿Cómo Tomar Decisiones Y Evitar Equivocarnos?

¿Te ha pasado alguna vez de arrepentirte después de haber tomado una decisión? ¿Qué nos predispone a tomar decisiones adecuadas o a equivocarnos? En este artículo voy a explorar qué variables son las que pueden llevarnos a tomar las mejores decisiones y cuáles pueden llevarnos a tomar decisiones equivocadas. Cuando tenemos que tomar decisiones, pasamos por un proceso en el que juntamos información, la evaluamos y como resultado de esa evaluación tomamos una acción.

Algunas equivocaciones pueden ser resultado de tomar acción sin tomar el tiempo necesario para juntar suficiente información o hacerlo en forma apresurada. Lo contrario es tomarse demasiado tiempo para colectar información y como resultado no tomar ninguna decisión (aunque no tomar una decisión es una manera de decidir no hacer nada).

Además de la variable “tiempo” en la toma de decisiones, está la variable “interpretación”, es decir, nuestra capacidad para darle significado a la información recogida. De acuerdo al sentido que le demos a las variables consideradas, nuestras decisiones van a ser diferentes. Por ejemplo, si está nublado podemos interpretar que el día no es suficientemente lindo como para salir a hacer una actividad al aire libre o lo podemos ver como una buena razón para salir a pasear ya que el sol no va a estar tan fuerte y no nos va a molestar. De acuerdo al significado que le demos a los datos que recogemos de la realidad, vamos a tomar diferentes decisiones.

Otro factor relacionado, es la capacidad de “evaluar” es decir analizar ventajas y desventajas de las posibles acciones a tomar y como resultado tomar una decisión. Este proceso de análisis requiere un “criterio” claro.

¿Qué es lo que queremos conseguir? ¿Cuáles son nuestros valores? ¿Estamos pensando a corto o a largo plazo?

¿Estamos enfocados en una satisfacción pasajera o en una satisfacción y bienestar permanente?

Al darnos cuenta de lo subjetivas que son las interpretaciones, el siguiente elemento a considerar es el “apoyo” de otras personas. Sus opiniones pueden ayudarnos a encontrar nuevas interpretaciones y como resultado tener nuevas posibilidades de acción. El desafío es que a veces, las opiniones de los otros pueden tener un efecto opuesto y confundirnos más de lo que estábamos. Tenemos que ser selectivos a quién pedimos consejo. Hace poco hice un viaje a Australia y reflexionando puedo ver que tomé una decisión que no fue acertada. Cuando estaba decidiendo que ciudades visitar, le pedí consejo a un amigo que hacía poco había estado de vacaciones y me dijo que no fuera a Melbourne, que no le había gustado, y que era una ciudad que no había nada para hacer.

En ese momento no me tomé el tiempo para recoger más información y confirmar su opinión con otras personas y seguí su consejo de no visitar esa ciudad. Más tarde me enteré por varias otras personas que Melbourne es una de las ciudades más lindas de Australia y que me perdí una oportunidad muy grande al no ir a visitarla. Los resultados de mi decisión los puedo interpretar de diferentes maneras.

Por el lado positivo, puedo decidir volver a hacer otro viaje a Australia para ir a visitar Melbourne. Sin embargo, mi primera reacción fue culpar a mi amigo por el mal consejo que me dio. Eso es lo que hacemos por lo general cuando no nos sale bien algo. Buscamos un culpable fuera de nosotros. Al darnos cuenta de eso, inmediatamente podemos cambiar el foco y ver qué podemos aprender y qué necesitamos hacer diferente nosotros mismos la próxima vez. Por ejemplo, en este caso buscar más información antes de tomar una decisión, o pedir más de una opinión. Buenas decisiones requieren invertir tiempo en buscar varias fuentes de información.

A veces hay decisiones más complejas que debemos hacer como: quedarse o separarse de una relación, cambiar de trabajo, moverse de ciudad, salir del “armario”. Toda decisión implica una pérdida. A veces postergamos decisiones por no lidiar con esa posible pérdida. Miedo al fracaso, al rechazo, o a la soledad son ejemplos de factores que pueden llevarnos a tomar decisiones equivocadas. Te invito a que reflexiones sobre las decisiones que tengas que tomar y apliques las ideas presentadas en este artículo. ¿Qué variables son las más importantes para tener en cuenta? ¿Cómo vas a saber que tomaste una buena decisión? Te deseo suerte en tus próximas decisiones.

Por Damian Goldvarg, Ph.D.