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Discriminación y Obama

El Presidente Obama y la primera dama sostuvieron una recepción en la Casa Blanca el día 30 de junio en reconocimiento del mes del orgullo de Homosexuales, Lesbianas, Bisexuales y Transexuales (GLBT, por sus siglas en inglés). La recepción coincidió con el 40° aniversario de los Disturbios de Stonewall, los cuales muchos reconocen como el inicio del movimiento liberal homosexual.

Los que atendieron esa recepción incluyeron a familiares de líderes comunitarios GLBT, legisladores y representantes de organizaciones GLBT y agencias laborando para terminar con la epidemia del VIH. Una celebración, sin duda, pero también un esfuerzo para presionar a la administración a moverse hacia adelante en varios frentes relacionados con la discriminación.

Cuando el Sr. Obama se dirigió a la audiencia aconsejó paciencia, enfatizando que había mucho trabajo por hacer. Mencionó varios asuntos y acciones que han sido realizados desde que su Administración asumió cargo, incluyendo su memorando extendiendo los beneficios permitidos por la ley a las familias federales GLBT y su petición al Congreso de derogar la Ley para la Defensa al Matrimonio (DOMA, por sus siglas en inglés), la cual discrimina contra el matrimonio entre personas del mismo sexo.

Referente a la política de “No Preguntes, No Cuentes”, la cual discrimina contra homosexuales y lesbianas en el ejército, nuevamente reiteró su creencia en que esa política es injusta e inefectiva. Dijo: ”… no contribuye a nuestra seguridad nacional. De hecho, creo que la exclusión de americanos patrióticos del servicio a nuestro país, debilita nuestra seguridad nacional.”

Sus palabras son sentimientos expresados en la dirección correcta, pero no indican un verdadero movimiento hacia la eliminación de las leyes discriminatorias. De hecho, les recordó a los que asistieron que el cumplimiento de su deber como Presidente y Jefe de las Fuerzas Armadas significaba la defensa de las leyes, inclusive en los casos en que por sus convicciones personales le gustaría derogarlas.

Antes de concluir, agregó que su administración “está comprometida a rescindir la prohibición discriminatoria de la admisión a los Estados Unidos basada en el estatus de VIH. La Oficina de Gestión y Presupuesto recién concluyó la revisión de una propuesta a la exclusión de esta prohibición de admisión, la cual significa un enorme paso hacia la terminación de esta política.”

Mientras que esta prohibición de admisión en la Ley de Inmigración y Naturalización de los EE.UU. fue eliminada por el Presidente Bush cuando firmó el proyecto del Plan de Emergencia del Presidente para el Alivio del SIDA (PEPFAR, por sus siglas en inglés) el año pasado, removiéndola exitosamente como “una prohibición legislativa”, permanece todavía como una prohibición con base en una “política administrativa”, la cual el Departamento de Salud y Servicios Humanos (SSH) tiene el poder y la responsabilidad de cambiar.

Se antoja algo confuso que como consecuencia de la política prohibitiva todavía en vigor, los viajeros a los EE.UU. que son VIH positivos tienen que declarar su estatus de VIH o arriesgarse a tener cargos por fraude migratorio. Los primeros pasos arriba mencionados son buenos, pero la expedita acción sería mejor. ¡Terminemos con esa prohibición ya!

Discrimination and Obama

President Obama and the First Lady held a reception at the White House on June 30th in recognition of LGBT Pride Month. It coincided with the 40th anniversary of the Stonewall Riots which many recognize as jump starting the Gay Liberation movement.

Attendees included LGBT families, community leaders, lawmakers and representatives of LGBT organizations and agencies working to end the HIV epidemic. A celebration, no doubt, but also an effort to urge the administration to move forward on a number of fronts related to discrimination.

When Obama addressed the audience he counseled patience, emphasizing there was much work remaining. He mentioned several items and actions that have taken place since his Administration took over, including his memorandum extending benefits as the law allows to federal LBGT families and his request to Congress for the repeal of the DOMA or Defense of Marriage Act, which discriminates against same gender marriage.

Regarding Don’t Ask, Don’t Tell policy, which discriminates against gay and lesbian military personal, he again repeated his belief that the policy is unjust and ineffective. He said it “…doesn’t contribute to our national security. In fact, I believe preventing patriotic Americans from serving their country weakens our national security.”

His words are sentiment expressed in the right direction, but they indicate no real movement towards elimination of the laws. In fact, he reminded attendees that fulfilling his duty as president and Commander-in–Chief meant upholding the laws, even as he is committed to their reversal.

Before finishing, he added that his administration “is committed to rescinding the discriminatory ban on entry to the United States based on HIV status. The Office of Management and Budget just concluded a review of a proposal to repeal this entry ban, which is a first and very big step towards ending this policy.”

While the statutory entry ban in the U.S. Immigration and Nationality Act was eliminated by President Bush when he signed the PEPFAR bill last year, successfully removing it as a “legislative mandate”, it still remains as an “administrative policy” ban which the Department of Health and Human Services (HHS) has the power and responsibility to change.

Somewhat confusing, the policy ban still means that HIV positive travelers to the US have to declare their HIV status or risk being charged with visa fraud. These first steps are good, but quicker action is better. Let’s end the ban now.