COMMUNITY

Vínculos entre dos movimientos

Échale Ganas-
por Francisco Dueñas

Trabaje por muchos años como defensor de los derechos de la comunidad LGBT y creo que existe un vínculo, o varios, entre esa lucha y la lucha por los derechos de inquilinos.Primero, y primordialmente es una misma lucha por ser aceptado. Si me pongo a pensar quienes son los grupos que tienen más dificultad encontrar y retener vivienda en los EE.UU. son comunidades marginalizadas, como jornaleros del campo, personas con record criminal, personas LGBT.

A estas personas se les niega vivienda al nivel individual tanto como al nivel social. Al nivel individual, muchas personas son víctimas de discriminación en la vivienda. Se les niega un departamento o son acosados por dueños. Al nivel social, no se planifica ni construye suficiente viviendas para ciertos grupos, y cuando son propuestas son retadas.

Por ejemplo, hay ciudades enteras que nunca construyen viviendas suficientemente económicas para personas de bajos recursos. Eso es discriminación a un nivel macro. Y cuando se anuncian proyectos de vivienda para personas desamparadas, o para personas con discapacidades mentales, los vecinos se oponen. Dicen, “Pues sí, que haya vivienda para esas personas, pero aquí no.” Como persona gay yo se lo dañino que es no ser aceptado, nunca sentir que eres bienvenido.

Cuando una persona o un grupo de personas no son aceptadas, no le ponemos mucha atención donde vivan, con que no vivan cerca. Mucho menos le ofrecemos posada.

La segunda semejanza que yo veo entre estas dos luchas es que ambas requieren un cambio fundamental de creencias. Entender que hay una variedad de sexualidades y géneros que son innatas y deben ser, no solo respetadas, sino celebradas, es un gran cambio social. Las personas LGBT están logrando ese cambio, poco a poco, al vivir sus vidas abiertamente y compartir sus necesidades y experiencias con sus seres queridos.

La lucha por un sistema justo de vivienda también es un proyecto de gran cambio social, requiere que consideremos la vivienda no solo como un bien individual, que se puede vender y comprar sin consecuencias, sino también como un bien comunal, uno del cual todos dependemos.

El coronavirus nos ha demostrado claramente que todos necesitamos una vivienda para estar seguro y saludable, no solamente como individuos sino también como sociedad. La vivienda es una necesidad humana y debe ser administrada como un servicio público, como la electricidad o el agua. Tenemos compañías de luz privadas, tanto como públicas. De esta perspectiva, se amplía el apoyo por la construcción de viviendas económicas por el gobierno para el pueblo, como en otros países.

Si crees que has sido discriminado en tu vivienda, busca apoyo de organizaciones como el Housing Rights Center (housingrightscenter.org). Si quisieras luchar por vivienda para personas desamparadas visita Everyone In (everyoneinla.org). Finalmente, la ciudad de Los Angeles esta considerando una ley contra el acoso de inquilinos. Sigue la coalición Healthy LA (healthyla.org) para apoyar.