Ask Lambda Legal

Pregúntale a Lambda Legal

Yo nunca he sido detenido, pero a veces se me hace que la policía me pone más atención a mi en comparación con algunos de mis amigos. ¿Me imagino esto?

La lucha por los derechos civiles GLBT tiene sus raíces en enfrentamientos en contra del acoso de la policía. En 1969, en los Disturbios de Stonewall, clientes de un bar se defendieron en contra de tratamiento injustificado y dirigido específicamente hacia personas GLBT por parte de la policía. Hoy, para muchas poblaciones, las estadísticas continúan mostrar índices desproporcionados de arrestos y detenciones.

La política de “parar y palpar” de la policía de la Ciudad de Nueva York (“stop and frisk” en inglés) ha resultado en el acoso de comunidades vulnerables, inclusive de personas de ingresos bajos, las personas de color, personas GLBT, las personas que viven con VIH, y los inmigrantes. En 2011, por ejemplo, jóvenes afro-americanos y latinos (de edadesentre 14 a 24) comprendían menos del 5% de la población de la ciudad, pero fueron el blanco de más del 40% de las paradas. Por cierto, el número de paradas por la policía de jóvenes afro-americanos excedió el número de jóvenes afroamericanos en la población entera de la ciudad.

Los problemas con agencias del orden público también existen a nivel federal. Por ejemplo, el programa del Departamento de Homeland Security, “Comunidades Seguras”– que prioriza supuestamente la deportación de los “ofensores más peligrosos y violentos” que representan una amenaza a la seguridad pública y nacional – de hecho, ha tenido como resultado el arresto y la detención de inmigrantes con infracciones de tránsito. Según www.immigrationpolicy.org, entre octubre de 2008 y septiembre de 2011, en el Condado de Maricopa, Arizona, el 60% de las personas deportadas tenían convicciones menores o no eran criminales; en Jefferson Parrish, Luisiana, el 87% tenían convicciones menores. A nivel nacional, el 26% de las personas deportadas bajo el programa “Comunidades Seguras” no tenían convicciones criminales.

Abusos como estos contribuyen a la desconfianza, la duda y el temor a la policía en nuestras comunidades, y puede prevenir que personas llamen a la policía cuando sean víctimas de un crimen. Según la Oficina de la Justicia (http://bjs.ojp.usdoj.gov/), del 2006 al 2010, el 20% de los crimenes contra personas que viven en áreas urbanas no fueron denunciados a la policía, el 33% de los crímenes violentos contra personas de 65 años o mayores, no fueron denunciado, y el 65% de los asaltos sexuales no fueron denunciado. Un 76% de los crímenes que ocurrieron en las escuelas no fueron denunciados. Estos números preocupan y están aumentando: el porcentaje de crímenes violentos que no fueron denunciados porque las víctimas sentían que la policía no podría o no haría nada para ayudarlos casi se triplicó del 2005 al 2010.

Lambda Legal tiene una historia larga de luchar contra el maltrato de la policía, uniéndose a demandas en contra de leyes antiinmigrantes y con una coalición en Nueva York para desafiar la política de “parar y palpar”. Actualmente, Lambda Legal está colectando información sobre las experiencias de personas GLBT y personas que viven con el VIH, con la policía, la seguridad escolar, los tribunales y el sistema penitenciario a través de una encuesta. Fuesen tus experiencias positivas, negativas o mediocres, los aportes de todos son necesarios para captar la experiencia de nuestras comunidades en toda su dimesión.

Completa la encuesta: https://www.surveymonkey.com/s/protegiendo-y-sirviendo-encuesta 
Si piensas que has sido discriminado(a) o has sido víctima de acoso a causa de tu orientación sexual, identidad de género o estatus de VIH, llama nuestra Línea de Ayuda en 1-866-542-8336, o acude a http://www.lambdalegal.org/es/linea-de-ayuda

Ask Lambda Legal

I’ve never been arrested, but it seems like I get a harder time from the police than some of my friends. Am I imagining this?

The LGBT civil rights movement has its roots in standing up against police harassment. In 1969, at the Stonewall Riots, bar patrons fought back against unwarranted, targeted police treatment of LGBT people.  Today, for many populations, statistics continue to show disproportionate rates of arrest and detainment.

New York City’s police department’s “stop and frisk” policy targets already marginalized communities, including low-income people, people of color, LGBT people, people living with HIV, and immigrants. In 2011, for example, young black and Latino males (age 14 to 24) were less than 5% of the city’s population, but were targeted in over 40%of the stops. Indeed, the number of stops of young black men alone exceeded the number of young black men in the entire city population.

Law enforcement problems also exist at the federal level.  For example, the Department of Homeland Security’s Secure Communities program – which purportedly prioritizes the deportation of the “most dangerous and violent offenders” who pose a threat to public safety and national security – has actually resulted in the arrest and detention of immigrants for minor traffic infractions.  According to www.immigrationpolicy.org, between October 2008 and September 2011, in Maricopa County, Arizona, 60% of those deported had minor convictions or were non–criminals; in Jefferson Parish, Louisiana, 87% had minor convictions or were non–criminals. Nationally, 26% of those deported under Secure Communities had no criminal convictions.

These kinds of abuses contribute to mistrust, doubt and fear of the police in our communities, and may prevent people from calling the police when they are the victim of a crime. According to the Bureau of Justice (http://bjs.ojp.usdoj.gov/), from 2006 to 2010, 20% of victimizations of persons living in urban areas went unreported, 33% of violent crimes against people age 65 or older went unreported, and 65% of sexual assaults went unreported. An astounding 76% of victimizations that occurred while at school went unreported. These numbers are troubling, and they are increasing: the percentage of unreported violent crime that was not reported because the victim felt the police would not or could not do anything to help nearly tripled from 2005 to 2010.

Lambda Legal has a long history of standing up to police mistreatment, joining court briefs opposing anti-immigrant laws and joining a coalition in New York to challenge the City’s stop and frisk policy. Currently, Lambda Legal is gathering information on this issue by conducting a survey about the experiences of LGBT people and people living with HIV when dealing with police, school security, courts and the prison system. Whether your experiences have been positive, negative, or mediocre, everyone’s input is necessary to capture the full scope of our community.

Take the survey: https://www.surveymonkey.com/s/protected-and-served-survey
If you think you have been discriminated against or have been the victim of harassment because of your sexual orientation, gender identity or HIV status, call our help desk at Lambda Legal’s Help Desk at 1-866-542-8336, or see http://lambdalegal.org/help

By Thomas Ude, Staff Attorney